Desde niña, aún cuando era muy sana y activa, sufría de inflamación estomacal, rinitis y asma. Lo cual era bastante incómodo y molesto.
No fue sino hasta hace 15 años, que entendí que esos síntomas que parecían normales, se trataban de sensibilidades alimentarias (lácteos, huevos, gluten). Comencé a hacer cambios de manera muy intuitiva, desde la ignorancia, sin ninguna guía formal y con muy poca constancia.
Unos años más tarde, a mi pareja le diagnosticaron sensibilidades alimentarias y saber que su vida podría estar considerablemente afectada, me llevó a tomar la decisión, desde el amor más profundo, de emprender una ruta consciente de transformación de nuestra alimentación y de nuestras vidas.
En todo ese tiempo, a mi carrera como bióloga, le fui incorporando otras fuentes de herramientas que nos permitieran dar pasos más firmes. Cursos de cocina en general y apta para sensibilidades alimentarias, bases sobre microbiota intestinal, alimentación consciente, me formé en neurogastronomía, neurociencias aplicadas al bienestar y al mindfulness.
Al integrar todo esto y mi experiencia en meditación, nace la neuroalimentación consciente y una metodología única, que me ha permitido ayudar a más de 100 familias, la Ruta expansiva.
Actualmente, me dedico a guiar e inspirar a las personas para que conscientemente reconozcan el potencial que hay dentro ellos (potencial de expansión) y transformen su alimentación cotidiana en experiencias sensoriales, emocionales y placenteras, que le generen felicidad y bienestar a sí mismos y a su entorno.
Que puedan crear su propia Ruta expansiva de conexión hacia el bienestar de todos.